jueves, 16 de mayo de 2013

Como eliminar el mercurio

El mercurio es uno de los metales pesados mas dañinos para la salud del hombre. Es especialmente tóxico para el sistema inmunológico. Lamentablemente es muy común encontrarlo en el cuerpo, debido a que estamos expuestos a él por varias fuentes:

  • Amalgamas dentales
  • Contaminación ambiental debido a diversas industrias
  • Termómetros de mercurio
  • Lámparas fluorescentes
  • Consumo de alimentos contaminados, especialmente pescados
Las amalgamas dentales son la fuente principal de mercurio. Es importante cambiarlas por curaciones de resina. Si se está embarazada o amamantando, es preferible esperar hasta después de dejar de amamantar para cambiar las amalgamas, pues el proceso arroja cantidades enormes de mercurio al cuerpo, que pueden ser absorbidas por el bebé. Es preferible que absorba una pequeña cantidad por algunos meses, en lugar de una gran cantidad a la vez, lo cual podría ocasionarle daños neurológicos permanentes. El feto y el bebé son especialmente sensibles al mercurio, pues su sistema nervioso apenas se está desarrollando.

Los termómetros llegan a los basureros, y de allí el mercurio de filtra al subsuelo junto con el agua de lluvia. Es muy recomendable el evitar el uso de termómetros de mercurio, no solo por el impacto ambiental sino por el riesgo de un termómetro roto en el hogar. Además, los termómetros digitales son más exactos y rápidos.
El mismo problema lo tienen las lámparas fluorescentes, que en su interior pueden tener recubrimientos o gases de mercurio. Es recomendable llevarlos a un centro de reciclaje.
Las industrias liberan mucho mercurio al aire, especialmente la producción de energía eléctrica, que al quemar carbón en las termoeléctricas, arrojan al ambiente el mercurio que se recoge junto con el carbón. Entonces el mercurio es transportado por el agua de lluvia al agua, tanto dulce como salada. Este mercurio tiene características inorgánicas, y no se puede absorber tan fácilmente, pero es procesado de forma natural por ciertos microorganismos muy comunes, y es entonces cuando los seres vivos lo absorbemos, especialmente en el agua.
Afortunadamente los seres humanos podemos eliminar naturalmente el mercurio, aunque no de forma muy efectiva. Las siguientes son algunos métodos naturales para eliminarlo:
  • Consumir alga Chlorella y Spirulina. Diversos estudios han demostrado que estas algas se asocian rápidamente a los metales pesados, permitiendo eliminarlos.
  • Consumir cilantro en la dieta.
Estas son las mejores recomendaciones para eliminar el mercurio y otros metales pesados. Algunos otros métodos son:
  • Comer uno o dos dientes de ajo al día, como mínimo.
  • Tomar suplementos alimenticios de vitamina C y vitamina E.
Lo óptimo sería no estar expuestos al mercurio y otros contaminantes. Estas recomendaciones son especialmente válidas para los habitantes de ciudades industriales y metrópolis.
Los pescados son organismos que no pueden eliminar el mercurio de forma natural. Además, tienen otras toxinas, llamadas PCBs (Polychlorinated Biphenyls).
Es muy importante limitar el consumo de pescados con altos niveles de mercurio, especialmente por parte de mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños.

fuentes
http://remediosnaturales.com

martes, 14 de mayo de 2013

El cortisol, la hormona del estrés

En situaciones normales las células de nuestro cuerpo utilizan el 90% de la energía en actividades metabólicas tales como reparación, renovación y formación de nuevos tejidos.
Pero cuando se produce una situación de alarma y estrés nuestro cerebro envía un mensaje a las glándulas adrenales para que liberen cortisol, esta hormona hace que el organismo libere glucosa a la sangre para enviar cantidades masivas de energía a los músculos.
De esta forma todas las funciones anabólicas de recuperación, renovación y creación de tejidos se paralizan y el organismo cambia a metabolismo catabólico para resolver esa situación de alarma.
Cuando la situación de estrés es puntual, una vez superada la emergencia los niveles hormonales y los procesos fisiológicos vuelven a la normalidad, pero cuando el estrés es prolongado, como es muy frecuente hoy en día debido al ritmo de vida que llevamos, se disparan en el organismo los niveles de cortisol, y al ser el único proveedor de glucosa del cerebro tratará de conseguirla por diferentes vías, bien sea destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y cerrando la entrada de glucosa a lo otros tejidos.

Los primeros síntomas de niveles elevados de cortisol son

Cambios del comportamiento
  • Falta de sentido del humor.
  • Irritabilidad constante.
  • Sentimientos de ira.
  • Ganas de llorar.
Síntomas físicos
  • Cansancio permanente aunque no hagamos nada.
  • Dolores de cabeza.
  • Palpitaciones.
  • Hipertensión.
  • Falta de apetito o gula desmesurada.
  • Problemas digestivos.
  • Orina frecuente, diarrea o estreñimiento.
  • Dolores o calambres musculares.
  • Infertilidad e interrupción de la menstruación.
  • Perdida de memoria debido a que los niveles altos de cortisol daña la conexión entre células cerebrales.
  • Disminución de las defensas.

Pautas para controlar el cortisol

Aunque hoy día resulta un tanto complicado controlar el cortisol, hay varias pautas que nos ayudaran a mantener los niveles adecuados.
  • Dieta: debemos suministrar al organismo todos los nutrientes necesarios para prevenir cualquier deficiencia, proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales, carbohidratos complejos, vitaminas y minerales. Ya que una disminución en la ingesta calórica es un aumento de los niveles de cortisol.
  • Es aconsejable tomar alimentos: como los huevos, leche, cereales integrales que son ricos en triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina, la hormona del bienestar.
  • Evitar: el consumo de bebidas excitantes café, colas y alcohol. También debemos eliminar los edulcorantes artificiales, sobre todo aspartamo que estimula en exceso el funcionamiento de las glándulas suprarrenales.
  • Dormir bien: es muy importante dormir ocho horas por la noche para que nuestro organismo ponga en marcha el mecanismo renovación y recuperación celular.
  • Relajación: practicar con regularidad yoga, tai-chi, ejercicios de relajación, meditación, técnicas de respiración para contrarrestar los periodos de tensión.

Suplementos

  • Fosfatidilserina tiene propiedades supresoras del cortisol.
  • Vitamina C por sus propiedades antioxidantes atenúa transitoriamente los incrementos del cortisol.
  • Vitamina A ayuda a minimizar los niveles de la hormona del estrés.
  • Zinc participa en la producción de hormonas esteroides como el cortisol.
  • Té verde contienen L-teanina mejora la producción de ondas alfa del cerebro.
  • Ginseng actúa sobre el cerebro y las glándulas suprarrenales para que dejen de producir las hormonas del estrés.
  • Regaliz ayuda al buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.

domingo, 5 de mayo de 2013

Miedo a la Fiebre

A finales de abril 2011 salió un artículo “revelador” en la edición digital del Washington Post: La Academia Pediátrica Americana (AAP) publicó un informe sugiriendo que es mejor dejar que la fiebre ocurre que combatirla con medicación ya que la fiebre tiene un rol importante en combatir una infección en el cuerpo.

En mi consulta de quiropráctica topo desde hace años con escepticismo y miedo cuando la gente me pregunta sobre la fiebre y como “gestionarla”. La AAP topó con el mismo miedo que he experimentado yo en mi consulta al hablar de la fiebre. A lo mejor es hora de explicar el rol de la fiebre, y así intentar disipar el miedo reinante.

La quiropráctica se base sobre la idea de que el cuerpo es auto-regulador, y que el cerebro dirige todos los sistemas y comunica con el cuerpo a través de la médula alojada en la columna vertebral, y a través de la red de nervios que traviesan nuestro cuerpo. Cuando los nervios, en su salida de la columna vertebral son comprimidos por vértebras incorrectamente alineadas, se produce interferencia en el sistema nervioso. Esta interferencia hace que el cerebro no puede controlar de forma eficaz todas las funciones del cuerpo, incluso el sistema inmunitario y con ello la respuesta del sistema inmunitario más natural y regenerador que haya aunque su vez la que más malentendidos genera: la fiebre.

La fiebre es el motivo número uno de consultas al pediatra en el primer año de vida de un niño. El Dr. Robert Mendelsohn, pediatra y escritor norteamericano del libro “Como criar un hijo sano… a pesar de su médico” dijo que “reduciendo la temperatura del niño no hará nada para ayudarle en curarse, el cuerpo tiene mecanismos interiores que previene que la temperatura suba hasta niveles peligrosos.” Mendelsohn hace hincapié en el hecho que “Sólo casos como un golpe de calor, envenenamiento o otros factores exteriores pueden causar que el sistema se ve superado e in operativo.”

Reconociendo el rol de la fiebre en combatir infecciones

La fiebre es algo bueno, es una reacción natural y regeneradora del cuerpo que tiene un rol fisiológico muy importante y que deberíamos dejar seguir su curso, vigilando cierto, pero sin miedo. “Es la respuesta normal del cuerpo – es un mecanismo de defensa natural” dice Janice Sullivan, profesora en cuidados clínicos pediátricos y farmacología clínica de la Universidad de Louisville y co-autora del informe. Dice que la alta temperatura induce al cuerpo de producir células blancas que combaten la infección en masa, y reduce los niveles de hierro en la sangre inhibiendo el crecimiento de la bacteria o virus. Bajando la temperatura se interfiere con la respuesta natural del cuerpo y prolonga el proceso.

Hemos de confiar más en nuestros cuerpos

Un niño puede tener fiebre alta y parecer estar bien, y estar muy enfermo con poca fiebre, la temperatura no indica la importancia del problema. Es más importante observar al niño: ¿Está activo, alegre, comunicativo? ¿Juega? ¿Como y bebe?,” dice el Dr Beers, jefe de pediatría del Children’s National en Washington.

Hemos perdido la confianza en nuestros cuerpos y pretendemos influir en procesos naturales de manera invasiva y química, desde el exterior hacia dentro, engañando nuestro cerebro de que todo va como es debido. ¿Es eso salud? La salud viene de dentro de arriba abajo, de dentro hacia fuera, del cerebro hacia el cuerpo a través del sistema nervioso, y cuando éste esta libre de interferencias funciona, a la perfección, incluso si produce fiebre algún día.
Karel Deprez,DC Mallorca