A finales de abril 2011 salió un artículo “revelador” en la edición digital del Washington Post: La Academia Pediátrica Americana (AAP) publicó un informe sugiriendo que es mejor dejar que la fiebre ocurre que combatirla con medicación ya que la fiebre tiene un rol importante en combatir una infección en el cuerpo.
En mi consulta de quiropráctica topo desde hace años con escepticismo y miedo cuando la gente me pregunta sobre la fiebre y como “gestionarla”. La AAP topó con el mismo miedo que he experimentado yo en mi consulta al hablar de la fiebre. A lo mejor es hora de explicar el rol de la fiebre, y así intentar disipar el miedo reinante.
La quiropráctica se base sobre la idea de que el cuerpo es auto-regulador, y que el cerebro dirige todos los sistemas y comunica con el cuerpo a través de la médula alojada en la columna vertebral, y a través de la red de nervios que traviesan nuestro cuerpo. Cuando los nervios, en su salida de la columna vertebral son comprimidos por vértebras incorrectamente alineadas, se produce interferencia en el sistema nervioso. Esta interferencia hace que el cerebro no puede controlar de forma eficaz todas las funciones del cuerpo, incluso el sistema inmunitario y con ello la respuesta del sistema inmunitario más natural y regenerador que haya aunque su vez la que más malentendidos genera: la fiebre.
La fiebre es el motivo número uno de consultas al pediatra en el primer año de vida de un niño. El Dr. Robert Mendelsohn, pediatra y escritor norteamericano del libro “Como criar un hijo sano… a pesar de su médico” dijo que “reduciendo la temperatura del niño no hará nada para ayudarle en curarse, el cuerpo tiene mecanismos interiores que previene que la temperatura suba hasta niveles peligrosos.” Mendelsohn hace hincapié en el hecho que “Sólo casos como un golpe de calor, envenenamiento o otros factores exteriores pueden causar que el sistema se ve superado e in operativo.”
Reconociendo el rol de la fiebre en combatir infecciones
La fiebre es algo bueno, es una reacción natural y regeneradora del cuerpo que tiene un rol fisiológico muy importante y que deberíamos dejar seguir su curso, vigilando cierto, pero sin miedo. “Es la respuesta normal del cuerpo – es un mecanismo de defensa natural” dice Janice Sullivan, profesora en cuidados clínicos pediátricos y farmacología clínica de la Universidad de Louisville y co-autora del informe. Dice que la alta temperatura induce al cuerpo de producir células blancas que combaten la infección en masa, y reduce los niveles de hierro en la sangre inhibiendo el crecimiento de la bacteria o virus. Bajando la temperatura se interfiere con la respuesta natural del cuerpo y prolonga el proceso.
Hemos de confiar más en nuestros cuerpos
Un niño puede tener fiebre alta y parecer estar bien, y estar muy enfermo con poca fiebre, la temperatura no indica la importancia del problema. Es más importante observar al niño: ¿Está activo, alegre, comunicativo? ¿Juega? ¿Como y bebe?,” dice el Dr Beers, jefe de pediatría del Children’s National en Washington.
Hemos perdido la confianza en nuestros cuerpos y pretendemos influir en procesos naturales de manera invasiva y química, desde el exterior hacia dentro, engañando nuestro cerebro de que todo va como es debido. ¿Es eso salud? La salud viene de dentro de arriba abajo, de dentro hacia fuera, del cerebro hacia el cuerpo a través del sistema nervioso, y cuando éste esta libre de interferencias funciona, a la perfección, incluso si produce fiebre algún día.
En mi consulta de quiropráctica topo desde hace años con escepticismo y miedo cuando la gente me pregunta sobre la fiebre y como “gestionarla”. La AAP topó con el mismo miedo que he experimentado yo en mi consulta al hablar de la fiebre. A lo mejor es hora de explicar el rol de la fiebre, y así intentar disipar el miedo reinante.
La quiropráctica se base sobre la idea de que el cuerpo es auto-regulador, y que el cerebro dirige todos los sistemas y comunica con el cuerpo a través de la médula alojada en la columna vertebral, y a través de la red de nervios que traviesan nuestro cuerpo. Cuando los nervios, en su salida de la columna vertebral son comprimidos por vértebras incorrectamente alineadas, se produce interferencia en el sistema nervioso. Esta interferencia hace que el cerebro no puede controlar de forma eficaz todas las funciones del cuerpo, incluso el sistema inmunitario y con ello la respuesta del sistema inmunitario más natural y regenerador que haya aunque su vez la que más malentendidos genera: la fiebre.
La fiebre es el motivo número uno de consultas al pediatra en el primer año de vida de un niño. El Dr. Robert Mendelsohn, pediatra y escritor norteamericano del libro “Como criar un hijo sano… a pesar de su médico” dijo que “reduciendo la temperatura del niño no hará nada para ayudarle en curarse, el cuerpo tiene mecanismos interiores que previene que la temperatura suba hasta niveles peligrosos.” Mendelsohn hace hincapié en el hecho que “Sólo casos como un golpe de calor, envenenamiento o otros factores exteriores pueden causar que el sistema se ve superado e in operativo.”
Reconociendo el rol de la fiebre en combatir infecciones
La fiebre es algo bueno, es una reacción natural y regeneradora del cuerpo que tiene un rol fisiológico muy importante y que deberíamos dejar seguir su curso, vigilando cierto, pero sin miedo. “Es la respuesta normal del cuerpo – es un mecanismo de defensa natural” dice Janice Sullivan, profesora en cuidados clínicos pediátricos y farmacología clínica de la Universidad de Louisville y co-autora del informe. Dice que la alta temperatura induce al cuerpo de producir células blancas que combaten la infección en masa, y reduce los niveles de hierro en la sangre inhibiendo el crecimiento de la bacteria o virus. Bajando la temperatura se interfiere con la respuesta natural del cuerpo y prolonga el proceso.
Hemos de confiar más en nuestros cuerpos
Un niño puede tener fiebre alta y parecer estar bien, y estar muy enfermo con poca fiebre, la temperatura no indica la importancia del problema. Es más importante observar al niño: ¿Está activo, alegre, comunicativo? ¿Juega? ¿Como y bebe?,” dice el Dr Beers, jefe de pediatría del Children’s National en Washington.
Hemos perdido la confianza en nuestros cuerpos y pretendemos influir en procesos naturales de manera invasiva y química, desde el exterior hacia dentro, engañando nuestro cerebro de que todo va como es debido. ¿Es eso salud? La salud viene de dentro de arriba abajo, de dentro hacia fuera, del cerebro hacia el cuerpo a través del sistema nervioso, y cuando éste esta libre de interferencias funciona, a la perfección, incluso si produce fiebre algún día.
Karel Deprez,DC Mallorca
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