“Un hombre consecuente cree en el destino, un hombre caprichoso en el azar.”
Benjamin Disraeli
Es interesante mirar la historia de algunas ideas sobre la salud y la enfermedad.
En el siglo XVII muchos creían que las enfermedades eran el resultado de estar poseído por espíritus malignos y que el tratamiento necesario era el exorcismo, para librar a la víctima del invasor.
Luego, a finales del siglo XIX, la bacteriología
se convirtió en el principal modelo para entender la enfermedad. Tras
el descubrimiento de la penicilina, a principios del siglo XX por
Alexander Fleming, la gente se entusiasmó con la idea de que la mayor
parte de enfermedades tenían una causa infecciosa por naturaleza y que
las sustancias capaces de matar gérmenes debían recetarse como
tratamiento. (1) Incluso hoy en día muchos continúan creyendo que la
única forma de asegurar la supervivencia de la raza humana es declarando
la guerra contra los microbios que nos rodean. Somos una sociedad
obsesionada con trapos antibacterias, sprays, dentífricos y jabones.
Sin
embargo, la verdad es que llevamos conviviendo simbólicamente con
bacterias desde hace millones de años, y de hecho nos causan pocos
problemas. Cada uno de nosotros llevamos en nuestro cuerpo más células
de bacterias que gente en el planeta. De hecho, en muchos casos, son
esenciales para sobrevivir. (2) Sabemos que el mal uso de los
antibióticos ha acelerado la evolución de las bacterias en miles de
años, dando como resultado una nueva generación inmune a los
medicamentos. (3)
Actualmente, la medicina moderna ha entrado en la era de la genética.
Durante este siglo se descubrirá un gen para prácticamente cada
enfermedad y comportamiento imaginable. Desde ser un ladrón, un
drogodependiente, obeso o violento, hasta ser propenso a contraer
cáncer. (4-5) La creencia fundamental dentro del campo de la genética es
que sea quien sea la persona, su comportamiento y su salud, vienen
predeterminadas por lo que sus genes llevan escrito.
Se habrá
dado cuenta que todas las teorías descritas tienen un mismo fundamento,
que carecen de poco sentido común. El razonamiento es muy claro: la
salud está determinada por una serie de factores que están mas allá de
nuestro alcance, factores que vienen del exterior, y, fuera de nuestra
esfera de responsabilidades.
Sin embargo, la verdad es que la salud alcanzará su máximo nivel cuando, como la vida, nos hagamos responsables de ella.
Para la gran mayoría de nosotros, el estado de nuestra salud es el producto de la acumulación durante muchos años de los factores de nuestro estilo de vida, tanto buenos como malos.
Estos factores relacionados con el estilo de vida van desde nuestra
dieta, nuestra actitud respecto a nuestro trabajo, el nivel de estrés,
ejercicio, nuestra postura, nuestra familia y las relaciones personales.
(6) Un estudio fascinante llevado a cabo en California a lo largo de 20
años demostró que las enfermedades más extendidas entre “el primer
mundo” (diabetes, enfermedades del corazón, cáncer y artritis) podían
estar directamente relacionadas con los factores de nuestro estilo de
vida. (7-8)
A la mayoría de las personas les intimida la idea de
hacerse responsable de su salud. Sin embargo, la verdad es que tenemos
la oportunidad de controlar y perseguir activamente nuestro bienestar.
Muchos de nosotros tenemos la idea que son necesarios cambios drásticos
para obtener un estado de vida saludable. Sin embargo, las
investigaciones han demostrado que cuando son mantenidos, los cambios
pequeños durante un largo periodo de tiempo son extremadamente
beneficiosos. Por ejemplo, un estudio descubrió que la gente que se
comprometía a hacer ejercicio sólo unos 5 minutos diarios reducía notablemente su presión sanguínea y el riesgo de contraer enfermedades coronarias. (9)
Le será más beneficioso creer que la salud viene del interior,
y que usted es una parte inseparable de su entorno ambiental físico,
social y cultural. Y por último, aceptar la responsabilidad sobre el
aprendizaje y las acciones relacionadas con su salud constituirá la
mejor guía para alcanzar una vida plena y llena de sorpresas.
EL PROPÓSITO DE LA QUIROPRÁCTICA ES DETECTAR Y CORREGIR LAS SUBLUXACIONES VERTEBRALES Y DE ESTA FORMA LOGRAR LA RESTAURACIÓN DE LOS MENSAJES ENTRE EL CEREBRO Y EL CUERPO OPTIMIZANDO LA SALUD Y EL BIENESTAR
Fuentes: Tu salud, tu responsabilidad
(1)
Coulter HL. Divided Legacy: A History of the Schism in Medical
Thought. Volume II. The Origins of Modern Western Medicine: JB Van
Helmont to Claude Bernard. Wehawken Book Co., North Atlantic Books,
1988.
(2) Nesse RM, Williams GC. Evolution & Healing. Great Britain: Weidenfield & Nicolson, 1995. pp. 52
(3) Garret L. The Coming Plague - Newly emerging Disease in a World out of Balance. Penguin, New York. 1994. pp. 419
(4)
Schaid DJ, Buetow K, Weeks DE, et al. Discovery of cancer
susceptibility genes: study designs, analytic approaches, and trends in
technology. Journal of National Cancer Institute Monograph. 1999;
26:1-16.
(5) Rutter M. Introduction: concepts of antisocial
behaviour, of cause, and of genetic influence. In “Genetics of
Criminality and Antisocial Behaviour” - A Ciba Foundation Symposium.
John Wiley & Sons, NY. 1996. pp. 1-19.
(6) Selye H. The Stress of Life - Revisited Edition. Mcgraw-Hill Book Co., New York. 1978
(7)
Beslow L, Beslow N. Health practices and disability: Some evidence
from Almeda County. Preventive Medicine 1993; 22:86-95.
(8)
Donaldson SI, Blanchard AL. The Seven Health Practices, Well-Being, and
Performance at Work. Preventive Medicine 1995; 24:270-7.
(9) American Journal of Hypertension 2000; 13;185A-6A.
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